En realidad, fue un error lo que derribó el muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Ese día, Günter Schabowski, miembro y portavoz del Politburó, recibió una nota de su superior Ego Krenz que se llevó a la conferencia de prensa sin llegar a leerla. Más tarde, la leyó ante la prensa allí congregada durante una emisión en directo. Las noticias volaron por todo el mundo. "Fue como si una señal del espacio hubiera electrificado la sala" recuerda Tom Brakow, corresponsal de la NBC. Durante unas horas, las leyes del autoritario estado no tuvieron ningún poder y la improvisación y la curiosidad primaron ante la planificación y el deber. Los habitantes de Berlín Este y Oeste tomaron la iniciativa de forma espontánea. Los berlineses del Este atravesaron los pasos de control, mientras sus compatriotas en el Oeste se amontonaban en la puerta de Brandemburgo. Casi por casualidad, la frontera más defendida del mundo se abrió.
