En 1979 alguien robó la imagen de la virgen de Zikuñaga: una talla del siglo XIII venerada por el pueblo de Hernani (Gipuzkoa). La ermita de Zikuñaga se encontraba dentro de los terrenos de la fábrica papelera del pueblo. Y la fábrica quería derruirla. Por ello muchos vieron la mano negra de la fábrica detrás de la desaparición de la virgen. Años después la ermita se derribó con la promesa de reconstruirla en el futuro. La fábrica custodió las piedras de la ermita perfectamente ordenadas y numeradas durante 40 años. En 2022 se reconstruyó a 200 metros de su ubicación original. En el pueblo de Hernani siempre se ha dicho que la imagen de la virgen volvería a aparecer el día que se reconstruyera la ermita.