Las insistentes reclamaciones de Hitler sobre el territorio de los Sudetes en Checoslovaquia precipitaron una grave crisis en el verano de 1938. En septiembre, el primer ministro británico Neville Chamberlain, el jefe de gobierno francés Édouard Daladier y el Duce italiano Benito Mussolini se reúnen con el führer en Munich y aceptan todas sus pretensiones. Toda Europa celebra unos acuerdos que parecían garantizar la paz mundial. Sin embargo, un año después Hitler invade Polonia y se desencadena la II Guerra Mundial. Desde entonces, "Munich" se convirtió en sinónimo y de una política de exteriores débil ante dictadores peligrosos. No obstante, cabe preguntarse si realmente es esto lo que ocurrió allí. En este espacio, fascinante y lleno de suspense, se examinamos los antecedentes, los hechos y los personajes de una de las decisiones más importantes de la historia.